El mundo del sexo está en constante evolución y, con el tiempo, muchos de los tabúes que lo caracterizaban han desaparecido. Esto se aprecia tanto en los hábitos sexuales más emancipados de las mujeres como en los temas que tratan los cuentos eróticos, el material pornográfico y los shows de sexo en vivo , que ya no se dirigen única y exclusivamente a un público masculino. Del mismo modo, cada vez más mujeres se registran en sitios para buscar pareja en línea y participan activamente en las comunidades tomando la iniciativa de contactar con los hombres que despiertan su interés.

Antiguamente, a los ojos de la sociedad, el único propósito de la mujer era procrear y cuidar de la familia. El placer sexual estaba destinado sólo a los hombres, se pensaba que a las mujeres no les gustaba el sexo, los hombres estaban siempre centrados en sí mismos y el sexo se limitaba a esos cinco minutos de gimnasia. Luego, afortunadamente, la mujer se emancipó y, gracias a las luchas feministas, reivindicó su derecho al placer sexual y al orgasmo.

La MILF, una isla para descubrir

El fenómeno de las MILF ha surgido en los últimos tiempos. El acrónimo viene del inglés “Mother I’d like to fuck”, madre (de un amigo) que me gustaría follar.

Esta misma mujer, que antes tenía que quedarse en casa para hacer las tareas y criar a los hijos, ahora se comporta de forma diferente, se maquilla, lleva ropa más provocativa, ha descubierto que tener sexo es bueno y que también tiene derecho a ir en busca de placer sexual.

Ahora las madres quieren hacerlo cuando quieren, no importa con quién y no desdeñan los encuentros fuera del matrimonio. Los jóvenes que tienen la suerte de ser educados sexualmente por ellas pueden disfrutar de verdaderas fuentes de conocimiento sobre el sexo y de manos experimentadas que saben cómo dar placer a un hombre. No hay sorpresas desagradables cuando se va a la cama con una de estas mujeres calientes, sólo un orgasmo saludable, apasionado y satisfactorio.

Las cuarentonas lo quieren joven

El mundo del hardcore ha evolucionado junto con las costumbres. Mientras que antes buscábamos en revistas y vídeos historias sobre alumnos y sus profesoras, que ahora parecen películas puritanas, la búsqueda se ha vuelto más selectiva. En los diversos sitios web se difunde el sexo entre mujeres maduras y jóvenes brillantes, a menudo principiantes. Hay alusiones a tramas familiares en las que la madrastra enseña a su hijastro a tener sexo, a menudo sorprendido masturbándose frente a una de las muchas plataformas de vídeos pornográficos.

No es de extrañar, pues, que una madre aburrida por un marido sentimental y sexualmente ausente empiece a buscar en otros lugares, empezando por las películas pornográficas. Poniéndose en su lugar, es fácil pensar que les excite ver a chicos guapos y atléticos con erecciones abundantes y duraderas. Sin duda, algo palpita en su intimidad, y si añadimos una inclinación por la traición y un toque de transgresión, tenemos todos los requisitos para una búsqueda dirigida a los jóvenes.

El lado agradable de la vanidad

A una esposa le encanta que la admiren y la cortejen, pero desgraciadamente con el tiempo los maridos dejan de improvisar regalos o muestras de pasión. Con el tiempo, la rutina de la convivencia puede provocar una disminución de la libido y la pareja empieza a preferir la televisión o un libro a los besos y las caricias.

Una mujer se siente infravalorada y comienza a alejarse. A veces el afecto puede ser suficiente para unir a la pareja, pero también hay situaciones en las que el amor empieza a tambalearse, el lado femenino de las cosas empieza a descarrilar peligrosamente y a correr riesgos.

Reflexionando, es comprensible que una mujer, quizá desnuda en la cama con su marido, al ver que su miembro es blando en lugar de volverse duro y firme como en los primeros tiempos, empiece a sentir la necesidad de algo mejor.

Sintiéndose abandonada, va en busca de jóvenes que explotan en sus pantalones en cuanto empieza a desnudarse. La MILF comienza a cuidar más su aspecto físico, convirtiéndose de nuevo en esa explosión de sensualidad que era antes. También es una fuente de placer para ella poder transformarse en una sensual profesora de sexo: por fin puede volver a sentirse satisfecha y apreciada. No hay apegos emocionales, por lo que es posible concentrar toda su energía en las relaciones sexuales. Las mujeres maduras, por tanto, tienen muchas razones para sentirse atraídas por los jóvenes sementales.